lunes, 8 de junio de 2009

Palabra Humana


De cuando el Dragón le cede el espacio al humano...



Viernes

El nombre de "viernes" proviene del latín Veneris díes,

o 'día de Venus' (la diosa de la belleza y el amor

en la mitología romana)

Tomado de wikipedia.org/wiki/Viernes

Hoy es un viernes tan aburrido como los demás, en los últimos años. Tantos conocidos que tengo, resultan, finalmente extraños y ausentes en días como estos. Casualmente llueve y hace frío. El clima gris, definitivamente completa el panorama rutinario . La música está a a cargo del barullo de la gente, que sin saberlo e importarle, son mi ruidosa y amorfa compañía.

A lo mejor cada uno está tan solo como yo lo estoy; pero lo envidiable es que no se les nota preocupación alguna al respecto. Pueden ser concientes de eso, pero no lo son ahora. Al menos, si no lo ignoran, lo saben ocultar !Bien por ellos!

De pronto, rompiste el letargo cuando de la nada apareciste, me hablaste y nos enamoramos... Me río solo. Mi imaginación aun sirve para burlarme y sobreaguar el tedio. Lástima que me dé cuenta tan pronto del artificio, junto con todas sus variantes ¡Bahh! El placebo está demasiado efímero.

Bueno, acabo de ver un conocido, pero ni me vio así que no cuenta.

Ya van 4 veces que la monotonía se ve interrumpida por personas que se sientan en la mesa en la que me encuentro, para quedarse el tiempo necesario, irse y dejar el puesto libre para los siguientes N.N, de los cuales, ninguno ha sido lo suficientemente hermoso para darle el giro inesperado que tanto el lector de este texto, como yo, su principal, único, exclusivo y aburrido protagonista, deseo.

¡Qué día tan común! ¡Qué día tan normal!

Podría convertirse en "El Día en el que me empeloté en la Universidad",o en "El Día que salí a recorrer el continente", o en "El Día que la conocí", pero ninguno de los anteriores fue ni será (no todavía o todavía no).

¿Otro tinto? Mmm... Si otro tinto me garantizara que algo va a pasar, me lo tomo sin reserva. Mi presupuesto aguanta para dos y hasta tres cafés más y una cerveza, pero la inversión puede ser exclusivamente repercutiva en mi vejiga y más con este frío en aumento.

Dejó de llover, pero no escampa mi aburrimiento. Ni siquiera los rostros que han pasado han sido hermosos, como para darle un descanso al ocio ¿Acaso no los veo por efecto del momento? Una mirada que pasa en frente, cambia un poco las circunstancias. Fueron dos miradas. Ya se fue.Estaba bonita la mujer aquella.

Una pareja acaba de sentarse y ni permiso pidieron. Los otros al menos fueron decentes. Si hablaran de algo interesante o entretenido, bien sea de la solución a los problemas de este mundo,bien sea de sus problemas en la relación, hasta los perdono. No. Nada. Completamente predecibles,tanto ellos, como sus palabras, en especial el tipo.

Otro conocido. Esta vez una conocida. Ella sí me vio, me saludo y cruzamos par de temas rápido, como los que se cruzan en los saludos de paso, antes de proseguir su camino. Está bien, voy por otro tinto. Alargaré un poco más la absurda e innecesaria espera.

¡Mierda! Me tocó tomarme el café caminando, porque un grupito estúpido se apropió de mi mesa cuando lo compraba, a pesar de haber marcado el territorio con mi mochila. Abusivos. Mientras me tomo el amargo (porque del mal genio, las cosas no tienen otro sabor), decido atravesar la ciudad en bus. El paisaje cambia metro a metro, así como mis compañeros de viaje, ensimismados casi todos.

El frío sólo se siente al otro lado de las ventanas y la música la pone el motor del caballito de muchas ruedas. Ya es de noche y el color de la ciudad inmutable es el mismo de todo el día, sólo que un poco más oscuro. La ciudad tampoco me ofreció nada nuevo. Regresar a casa definitivamente es lo más sano y apropiado. Por hoy se acabaron las aventuras. Es un viernes tan aburrido como los demás.

Lo curioso es que todo cambiaría: la lluvia que de nuevo empieza, las conversaciones de la gente, el encuentro con conocidos y desconocidos, las miradas y los rostros de las mujeres, el sabor del café, el grupito ese, el color de la ciudad, en resumen todo este viernes, de recibir esa simple, inocente, casual y anhelada llamada...

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