viernes, 30 de diciembre de 2016

Camino el camino


Anotaciones del Dragón...

Sin parar de caminar,
miro el camino 
que he recorrido.
A ambos lados me encuentro 
conmigo mismo.
Voy solo. 
Solo voy conmigo.

Frente a mí sigue el mismo camino,
que he visto desde que empecé el recorrido.
De pronto cambia y me doy cuenta 
que así lo he querido
Y cambia, porque cambio.
Si yo no cambiara, 
¿cómo cambiaría el camino?


Durante mucho tiempo creí que el paisaje era el mismo: un delante, un atrás y yo, en línea recta, caminando. Andando "derechito".
Con los pasos, empecé a ver que el horizonte al que llegaba no existía, y quedaba perdido.

Ahora, que mucho o poco he caminado, puedo empezar a verlo claro: el horizonte está donde quiera que esté.

¿Debo enfocarme en él?
No. Solo seguir caminando.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Un sueño encadenado


Tú.

Tú y yo.

Yo sonriendo feliz contigo.

Contigo no importa el camino.

Camino seguro, tranquilo, sereno y libre.

Libre de temores, ataduras y antiguos resentimientos.

Sentimientos recíprocos y vibrantes en una sola energía.

Energía amorosa de compartir el mismo tiempo.

Al mismo tiempo, sueño otro sueño

Sueño que aún revivo despierto.

Despierto y no estás.

No estás conmigo.


jueves, 17 de noviembre de 2016

Preguntas para el camino

Después de un largo tiempo de estar en silencio, en plena oscuridad de la noche, el Hombre y el Dragón hablaron de nuevo.

- Necesito irme, salir, cambiar y vivir - dijo el Hombre - llevo mucho tiempo estancado; los cuatro muros que me rodean ya me saben a lo mismo, los conozco y no me ofrecen nada nuevo.

- Está bien. Te entiendo - dijo el Dragón - sin embargo, antes de que te levantes y te vayas, déjame hacerte unas cuantas preguntas para tu camino:


¿En qué momento de nuestras vidas partimos?
¿El viaje inicia cuando 
lo deseamos, lo pensamos, 
lo decidimos o lo hacemos?

¿Alguna vez partimos?
 ¿Podemos hablar de partir 
cuando seguimos
con los mismos temores, 
dudas y culpas que 
a diario cargamos, 
al destino que llegamos?
 ¿Podemos olvidarnos de lo que éramos o 
abandonar nuestro pasado?
¿Es un empezar o un terminar?

¿Es la cobardía y la huida a responder por algo?
¿Es la valentía y el enfrenamiento a lo ignorado?
¿De qué nos alejamos o 
a qué nos acercamos?
¿Buscamos demostrar o aparentar 
lo que queremos ser
o no ser?
 
¿Cuál es nuestro destino: el ir o el volver?
¿Cuándo volvemos?
¿Alguna vez volvemos?
 ¿En cuántos lugares 
nuestros deseos de quedarnos 
han quedado grabados?
¿Hemos dejado fragmentos 
de nosotros mismos en 
esos destinos fugaces/permanentes 
en donde hemos estado?
¿Somos los mismos que regresamos?


- No lo sé. 

- No te apresures en responder; tampoco tienes porqué saberlo. Las respuestas las puedes encontrar en plena travesía, o tal vez no es tiempo de hallarlas. Solo lleva estas preguntas mientras camines.

- ¿Y si no viajo? ¿Cómo puedo cambiar si sigo haciendo y estando aquí, en lo mismo? 

- ¿Y crees que para cambiar adentro necesitas estar afuera? Es cierto que los lugares distantes y lejos de todo y de todos, ayudan al cambio, pero el efecto es corto si el que se mueve es el cuerpo y no el espíritu junto con su belleza de aprender. El viaje de cambio solo se realiza en uno mismo, estando donde se esté.


El silencio surgió de nuevo entre el Hombre y el Dragón, así como la luz del alba despuntó de las montañas en la distancia. Ambos seres contemplaron el amanecer que llegaba... o regresaba.