¿Dudas?
Sí.
¿Dudas de qué?
De todo.
¿Dudas también de mí?
Sí, dudo de mí.
¿Y de ti?
También de ti.
¿No has dudado de tus propias dudas?
Creo que esa podría ser la primera certeza.
Si dudas, no fluyes.
Si fluyes, no dudas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario