jueves, 1 de diciembre de 2022

Concierto

Soy un pianista y mi piano es tu cuerpo.

Teclas blancas, donde la luz de una lámpara lejana, alumbra cálidamente la tersa y exultante desnudez de tus pechos, vientre y piernas enredadas en las sábanas.

Teclas negras, donde las sombras y las curvas de tus formas se elevan y se destapan, entre tu cuello, espalda y entrepierna, formando densos, oscuros y provocadores ángulos en tu figura arqueada.

De tus labios brota la música de una respiración agitada y acelerada, mientras toques suaves, firmes, juguetones, delicados y de extremo sensibles de mis dedos, te interpretan.

Te toco de agudos a bajos; de extremo a extremos; incesante y delirante, en busca de más armonías emanadas y fundidas en el orgásmico momento, tan tuyo y tan mío. De los dos, un solo compás y tiempo.

No hay rincón que no produzca una nota de emoción y deseo. El martilleo incesante de un orgasmo hace que tu cuerpo estalle en ondulaciones y me regale la mejor y más hermosa melodía que jamás habías compuesto.

Tu mirada exhausta y radiante es el clímax del último acorde perfecto, para este concierto íntimo y auténtico, cuyo real director, solista, artista e instrumento, es este amor que por ti siento.

1 comentario: